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CONOCE TU PIEL

La piel no es sólo el envoltorio de todo el cuerpo sino uno de sus principales órganos, el mayor de todos ellos, por lo que requiere unos cuidados especiales. Saber de qué elementos está compuesta y cómo funcionan permite acertar con el mejor tratamiento.

La piel tiene tres capas perfectamente diferenciadas: La exterior, llamada epidermis, que sirve de barrera natural al cuerpo y constituye el principal medio de refrigeración y ventilación; La intermedia o dermis, que contiene un rico plexo de vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas, vasos linfáticos, glándulas sudoríparas, células grasas y los folículos pilosos; y la más interna, llamada hipodermis o tejido celular subcutáneo, que contiene el tejido graso, los vasos sanguíneos y linfáticos y actúa como un colchón que protege todos los más órganos.

Envejecimiento cutáneo
Los científicos afirman que el envejecimiento de la piel tiene lugar en el tejido de la dermis, formado en un 70% de colágeno. De esta proteína tenemos 2 tipos: uno soluble y otro insoluble. El soluble es el característico de la piel joven, con moléculas muy dinámicas capaces de desplazarse, dando la posibilidad a la piel de absorber humedad.
Cuando la piel envejece las moléculas de colágeno tienden a "cruzarse" y se forma el colágeno insoluble. El tejido conectivo pierde su capacidad de absorber humedad y la piel se vuelve seca, arrugada y envejecida. Los últimos avances científicos han proporcionado cremas con colágeno soluble, "Soluble collagen", que puede ser absorbido por la piel. Aunque éste difícilmente llega a la dermis, es capaz de regenerar la epidermis eliminando el aspecto seco y envejecido.


La epidermis

es la encargada de proteger nuestro cuerpo de agrasiones externas.
• Una capa basal formada por una sola fila de células que se denominan queratinocitos. Aquí es donde las células epidérmicas se multiplican por mitosis sucesivas. El proceso de maduración de los queratinocitos se llama la “queratinización” (las células llegan a la capa córnea y se desprenden). Luego se encuentran los melanocitos que contienen los melanosomas, los cuales sintetizan un pigmento, la melanina, responsable de la coloración de la piel y de los cabellos.
• El cuerpo mucoso de Malpighio, formado por 4-8 capas de células; supone la mayor parte del espesor de la epidermis. También se encuentran aquí las células de Langerhans, con función inmunológica.
• La capa granulosa, constituida por 1-5 estratos de células que contienen proteínas en su citoplasma.
• El estrato lúcido, formado por una sola fila de células aplanadas con muchas proteínas ligadas a fosfolípidos en su citoplasma.
• La capa córnea, constituida por varias capas de células que se adhieren entre ellas y sobreviven un tiempo en la superficie de la epidermis, constituyendo un film protector y resistente. Estas células han perdido su estructura vital, son células muertas que terminan desprendiendose.

La dermis
Es considerada la parte fundamental de la piel porque es donde se encuentra la gran reserva de agua y constituye el auténtico tejido de sostén de la piel gracias a su estructura fibrosa. Es también el lugar de expansión de las redes vasculares y nerviosas y el terreno en el que se alimentan los anexos pilo-sebáceos y sudorales. Consta de dos zonas: la dermis superficial, en la cual se realizan los intercambios nutritivos con las capas profundas de la epidermis, y la dermis reticular, tejido conjuntivo fibrilar en el convergen multitud de terminaciones nerviosas, capilares y proteínas fibrosas.

La hipodermis
Separa la dermis de las partes profundas y de los músculos subyacentes. Está constituida por un tejido adiposo. En él, las células grasas están organizadas en lóbulos adiposos separados entre sí por tabiques de fibras de colágeno que sirven de paso a los nervios para llegar a la dermis. La hipodermis confiere a la piel una gran flexibilidad, un aislamiento térmico eficaz y constituye una reserva nutritiva para el organismo.

Funciones de la piel
• Función barrera frente a la entrada y salida de sustancias: impide la entrada de sustancias nocivas para el organismo y la salida de sustancias imprescindibles para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
• Función barrera frente a las agresiones mecánicas (la dermis puede soportar fuerzas de comprensión y estiramiento), térmicas (la piel capta los cambios ambientales e informa de ellos al sistema nervioso central, para que ponga en marcha sus mecanismos), eléctricas (el estado córneo seco es un mal conductor de la electricidad) y ultravioletas (los organismos se han adaptado a las radiaciones solares mediante la formación de melanina, aunque ciertas radiaciones ultravioletas consigan penetrar y lesionar las células cutáneas).
• Función barrera frente a la entrada de microorganismos.
1. Capa córnea
2. Capa granulosa
3. Cuerpo mucoso de Malpighi
4. Papilas dérmicas
5. Glándula sebácea
6. Pelo
7. Glándulas sudoríparas
8. Músculo ligado al pelo
9. Vasos sanguíneos
10. Panículos adiposos de la hipodermis

Glándulas sebáceas Folículo Glándula sudorípara Terminaciones nerviosas Capa subcutánea Dermis Epidermis Pelo
    Estructura de la piel
  • 1 - Glándulas sebáceas
  • 2 - Folículo
  • 3 - Glándula sudorípara
  • 4 - Terminaciones nerviosas
  • 5 - Capa subcutánea
  • 6 - Dermis
  • 7 - Epidermis
  • 8 - Pelo

¿POR QUÉ ENVEJECE LA PIEL?


La aparición de arrugas y líneas de expresión es la principal preocupación de toda mujer que sobrepasa los 35 años. Sin embargo, el deterioro de la piel no se detiene aquí: con el tiempo aparecen también las manchas, la piel pierde elasticidad y firmeza, se apaga la luminosidad y se reduce visiblemente el nivel de hidratación. Todas conocemos los estragos del paso del tiempo pero no los comprendemos. Aquí te mostramos todas las claves para entender por qué envejece la piel y qué es lo que necesita una epidermis madura.

Los institutos y laboratorios de belleza invierten cada vez más esfuerzos en estudiar los procesos fundamentales del envejecimiento de la piel: la ralentización de la renovación celular, la deshidratación y la oxidación, para poder dar con el tratamiento más eficaz.


PIEL SECA

Gracias a estos estudios, sabemos que una piel seca es la consecuencia de que la capacidad de retención de los agentes hidratantes se reduzca. Y no sólo de las reservas de agua sino también de otros elementos como aminoácidos o proteínas, lo que provoca una pérdida de estructura del cristal líquido, dando lugar a una piel con menos luminosidad y más apagada.


OXIDACIÓN


En el caso de la oxidación, la desnaturalización molecular es la causa directa. Se trata de un proceso debilitador de la pared celular causado principalmente por los radicales libres, que destruyen el colágeno y la elastina haciendo que la epidermis pierda elasticidad y firmeza. De esta manera, se reduce también la capacidad de recuperación de la piel y aumentan las líneas de expresión y arrugas.


RENOVACIÓN CELULAR LENTA


Por último, veamos porqué la piel tarda cada vez más en renovarse. La ralentización de la renovación celular hace que esta actividad se debilite con el paso del tiempo; un problema que se intensifica con la edad. La renovación celular se hace cada vez más lenta y el tejido epidérmico más fino. Así disminuye el espesor del estrato corneo de la epidermis, capa exterior de la piel y su principal protección frente a agentes externos, aumentando su fragilidad.

La alteración del metabolismo provoca además que la formación y composición celular sea irregular, dando lugar, entre otras cosas, a la aparición de manchas y cambios de pigmentación. Cuando la renovación celular se hace más lenta, disminuye la cantidad y calidad de las fibras de colágeno y elastina, produciendo una disminución en la elasticidad y firmeza y disminuyendo la capacidad de recuperación de la piel, por lo que aumentan las líneas de expresión y arrugas.

GUAPAS A CADA EDAD

Hay un cuidado para cada edad.




20 AÑOS: Crear hábitos e hidratar

Salir hasta la madrugada, reunirse con las amigas con un kit completo de patatas fritas, frutos secos...Estás en la edad de someter tu piel a grandes excesos, pero tu cutis es joven y firme, y, precisamente por eso, hay que empezar a prevenir ya. El mayor problema al que te enfrentas es el acné. No hace falta que te armes con un montón de productos; basta con pocos, baratos y fáciles de usar, que limpien en profundidad y te hidraten. Usa un gel día y noche, que se elimine con agua, y, una vez por semana, utiliza una exfoliante para evitar o eliminar los puntos negros. La hidratante debe adaptarse a tu tipo de piel y estar libre de grasa. La cita a diario con la belleza debe ser un nuevo hábito.




30 AÑOS: Atención a las primeras arrugas

Al pasar los 20, la piel empieza a envejecer: aparecen las arrugas del contorno de los ojos, se pierde la firmeza, espesor y elasticidad de la piel. La culpa de estas ganancias y pérdidas la tienen los radicales libres, que impiden la regeneración de las células. De todas formas, no hay por qué obsesionarse ya que puedes empezar a utilizar cremas para el contorno de ojos e hidratantes reafirmantes. Con ellas atenuarás las líneas de expresión y conseguirás, poco a poco, devolver la firmeza al rostro y evitar el descolgamiento. Lo primordial es que luches contra las arrugas. Te aconsejamos que hagas ejercicios faciales para fortalecer los músculos y el cuello. Di las vocales de forma exagerada veinte veces cada mañana.




40 AÑOS: Tratar las líneas de expresión

La vida no deja de pasar factura. Sin embargo, no hay que rendirse ante la realidad; podemos mejorar el aspecto dentro de lo posible. Cuando llegas a los 40, las arrugas son claramente visibles, has perdido firmeza, elasticidad y los labios son más finos. Sin embargo, la cosmética especializada en pieles no tan jóvenes atenúa las arrugas y devuelve la luminosidad, rejuveneciendo el cutis. Es aconsejable que, además de utilizar cosmética de calidad a diario, te permitas una sesión de belleza en un centro especializado, o si no, te encargues de hidratar, nutrir, limpiar... con una buena mascarilla en tu casa cada semana. No olvides que ahora te juegas que la belleza de tu piel se mantenga óptima.





50 AÑOS: Combatir la flacidez y las manchas

Es el momento de ‘no dejarse’. Notas que las arrugas se asientan y que has perdido la forma del óvalo de la cara por la flacidez –o llámalo, ley de gravedad–. Pero no está todo perdido. Hazte con productos para pieles maduras y de efecto lifting que reafirman e hidratan profundamente. Además, te preocupan tus manos porque delatan la edad y las manchas solares han podido hacer mella en ti. Necesitas hidratación total y combatir las manchas con cremas, que las atenúen de forma eficaz. Los resultados que obtengas serán el premio a tu constancia porque debes cuidarte más que antes. No olvides que existen tratamientos en centros especializados con soluciones a medida de tu problema.

Textos: Andrea Acha